Tiempo de cambios, cambio de aires, de amigos, de aficiones ... y es curioso porque ni me he movido del sitio. Sigo en Granada, estudiando Derecho y en las casa de mis padres.
Pero eso van diciendo, que he cambiado, aunque mis amigos (los que verdaderamente me conocen) dicen que soy la misma.
Tal vez si haya cambiado.
Antes era impensable que viera series en V.O. hoy lo hago cada vez más.
El inglés era mi eterna asignatura pendiente, ahora quiero dominarlo.
Lo de que los animales tienen sentimientos o que comprendían perfectamente lo que pasaba a su alrededor me costaba comprenderlo, con la fortuna que fui a parar con una entrañable orangutana en el zoo de Barcelona y mi forma de ver los animales cambió completamente.
Antes me gustaba hacer teatro, ahora no busco el tiempo necesario para ello.
Hace unos años conocía a estudiantes Erasmus de otros países, pero no creaba lazos de amistad pues creía que no encajaría con ellos. A día de hoy conozco a un grupo maravilloso de diferentes puntos de Europa y América que me han hecho disfrutar y crecer culturalmente.
Por otra parte puedo decir que lo demás sigue igual: me gusta el derecho, me interesa la política, me sigue gustando la música (algún que otro cambio musical si que se haya producido), sigo siendo creyente, enamorada sigo de mi novio ...
Y es que creo que el problema no es de cambiar, es de madurar. Tengo 23 años, no puedo tener la mentalidad de una adolescente de 15 años con sus rabietas, sus complicaciones, sus ¨hoy no me junto con tal persona y le haré la vida imposible¨, que, todo hay que decirlo, nunca fui (alguna que otra rabieta si ... desestabilidad hormonal típica tal vez jajaja).
Las experiencias que brinda la vida sirven para eso, para madurar. Y cuando a una persona se le dice ¨has cambiado¨tal vez deberíamos decirle ¨ahora te conozco más¨, sin más contemplaciones. Se da el caso de que efectivamente la persona cambia, a mejor o a peor, por tal de agradar a ciertas personas. Carencia de personalidad por alguna frustración del pasado o poca valoración hacia uno mismo, una pena.
Yo sigo siendo la misma, con el mismo carácter fuerte, sigo siendo leal a aquellos amigos que me demuestran su cariño (cosa diferente es que me fallen, lo siento, intento no caer más de dos veces en la misma piedra, aunque me haya pasado), intento ser fiel a mis principios anclados ( ser amiga de todos y no de pocos).
Las ideas sobre mi futuro no las tengo muy claras, no se que me depara el destino, no se cual será mi puesto ideal de trabajo, ni cuantos niños tendré ni si serán españoles o nacerán en Alemania. Lo que tengo muy claro es mi presente, así soy, al que le guste bien; al que no, que no se moleste en conocerme, tal vez acabe criticándome, no me gusta el pitido en mis oídos, no me deja dormir.
Os dejo una canción que viene como anillo al dedo, se la dedico a aquellos que dicen conocerme como si me hubiesen parío